viernes, 7 de enero de 2011

Pinturas amigables con el medio ambiente





Las pinturas convencionales contienen compuestos orgánicos volátiles que pueden tener efectos nocivos sobre la salud y el medio ambiente


En la casa, el tema de la pintura queda casi siempre en manos del 'maestro', encargado en la mayoría de los casos de adquirirla y aplicarla. Por eso muchas personas no saben que pueden estar afectando la salud de su familia con algunos de sus componentes, ni que con el producto que elijan ayudan a conservar o deteriorar el medio ambiente. De acuerdo con Germán Coral, gerente de Negocio Pinturas de Homecenter, existen dos tipos según su composición, las de base agua y las de base solvente. Las primeras son consideradas como amigables con el medio ambiente y su aplicación no tiene mayor incidencia en la salud. "Hoy se destacan por ser ciento por ciento amigables con el medio ambiente, su empaque es completamente reciclable, contienen mínimo VOC (por sus siglas en inglés Volatil Organic Component; es decir, bajo componente orgánico volátil), de modo que no afectan la capa de ozono y, además, por su poco olor, cuidan la salud de las personas, especialmente de quienes padecen enfermedades respiratorias. Por eso es ideal para pintar espacios cerrados como habitaciones y salones, y lugares muy transitados como cafeterías u hospitales", explican expertos de Pintuco, que sacó al mercado su línea ecológica Ambient. Las de base solvente, por el contrario, utilizan muchos químicos en su fabricación que, al secarse o lijarse para una nueva pintada, pueden emitir gases que afectan la salud y el medio ambiente, aunque son irremplazables al momento de renovar una fachada, por ejemplo. En este sentido, las compañías especializadas han optimizado este tipo de pinturas y hoy es posible usarlas con seguridad, siempre y cuando se conozca su procedencia. Y, aunque no existe en el país un sello para las mismas, es preferible adquirir las que tengan en su etiqueta la frase: 'bajo VOC'. Coral recomienda no utilizar productos que tengan altos niveles de plomo, mercurio y cromo, tóxicos para el ser humano, que, aunque ya no son de uso frecuente, aún hay en el mercado pinturas que los contienen. En cuanto a tendencias, la tecnología permite encontrar pinturas con efectos como los metalizados, perlados, iluminados, terciopelo, acabados multicolores y aromas, entre otros. ¡A dos manos! * Revise que no haya humedades en los muros. Si es así, es mejor repararlas antes de pintar. * Selle las grietas o marcas de clavos con un poco de estuco y una espátula, deje secar. Luego lije toda la superficie a pintar hasta que esté completamente lisa (primero con una lija de grano medio y después con una de grano fino). * Cerciórese de que la pared esté limpia. Si es un muro muy poroso será necesario ponerle un imprimante para sellarla y evitar que se 'chupe' la pintura. * Use guantes y tapabocas para estas labores y abra ventanas y puertas para airear las habitaciones * Cubra con papel o cartón todo el piso. Use cinta de enmascarar para proteger esquineros, guardaescobas y enchufes. * Aplique las 'manos' de pintura que requiera el muro (por lo general con dos es suficiente). Emplee el rodillo en la mayor parte de la superficie y la brocha para detallar ángulos o curvas, y hacer acabados. * Deje secar unas tres horas entre cada 'mano' y mantenga las ventanas y puertas abiertas durante la labor y mientras se seca. Tenga a la mano un paño húmedo para limpiar los excesos de pintura. ¿Muy grande o muy pequeño? Para espacios pequeños o angostos lo ideal es manejar colores claros en los muros, en el cielorraso un tono aún más claro y colocar pisos también en esta gama. Si se desea manejar tonos cálidos, es mejor usar muebles pequeños, así como divisiones o mesas traslúcidas que agranden los ambientes. Cuando son habitaciones muy espaciosas a las que se les quiere dar calidez, hay que usar un tono más oscuro (puede ser mostaza) en los muros pequeños, y dejar los colores claros (como el almendra) en los muros laterales más largos. Calidez, el tema de moda El blanco deja de ser protagonista en los muros para darle protagonismo a los colores calidos generados por la mezcla del rojo y el amarillo, y a todas las tonalidades intermedias que salen de ella, convirtiéndose el naranja en uno de los preferidos. Para los que prefieren un estilo urbano, opciones como los óxidos y brillantes se convierten en la mejor alternativa. Para salas y comedores se imponen espacios donde prime la luz natural y la calidez así como la combinación de texturas. Dónde encontrarlos: www.homecenter.com.co / www.pintuco.com
La Química Verde, Química Ecológica, Sostenible ó Sustentable es una rama de la química que ha surgido hace unos 30 años como respuesta de algunos estudiosos por su preocupación por el impacto que algunos procesos químicos ocasionan en el medioambiente.

Es claro entender todo lo que la química hace por nosotros: Desde los primeros alquimistas que obtenían los primeros pigmentos sintéticos, hasta los tiempos modernos en donde la química permite la obtención de productos agroquímicos, polímeros y plásticos, materias primas para diferentes sectores (incluido el de pinturas y recubrimientos), productos para el sector textil y de alimentos, incluso permite los viajes espaciales.

Pero junto a todas estas ventajas que la química proporciona, está el problema de los contaminantes, sustancias tóxicas asociadas a los productos químicos, entre los que es importante mencionar:

Los COVs (Compuestos orgánicos volátiles), generados por la emisión de vapores y gases al emplear disolventes orgánicos, tales como alcoholes, cetonas, hidrocarburos aromáticos y alifáticos; por su adverso efecto en la salud ocupacional y su papel en la formación de ozono troposférico y “smog”.

Los combustibles fósiles (ó combustibles minerales), como el carbón, los derivados del petróleo y el gas natural; por su importante contribución al “efecto invernadero” y “calentamiento global”.

Sustancias tóxicas y peligrosas (y otras reportadas en la denominada “lista sucia”), como los NPEOs (nonil-fenoles etoxilados, por sus siglas en inglés) y otros tensoactivos, por ser “disruptores endocrinos”; compuestos con metales pesados, por ser carcinogénicos y ocasionar tumores, y en general, por ser contaminantes de las fuentes de agua.

Los COPs (Contaminantes orgánicos persistentes), tales como dioxinas y furanos, hexaclorobenceno, PCBs (bifenilos policlorados) y ciertos ftalatos, como el dibutil ftalato (DBP) y dietilhexilftalato (DEHP); por sus efectos tóxicos en la contaminación del agua y el aire, y por tener asociados problemas de bioacumulación, toxicidad y persistencia.

Los CFCs (Cloro-fluoro carbonados) y los COHs (Compuestos orgánicos halogenados), como el tetracloruro de metano, cloro-metano, tricloruro de metano, halones; por su conocido efecto en la destrucción del ozono estratosférico (capa de ozono).

Debe decirse que, bajo los esquemas de producción actuales, a todo producto comercial fabricado en un proceso químico hay asociado un cierto número de subproductos, materiales de desecho o residuos peligrosos, ya sea durante su fabricación, almacenamiento, uso, transporte, disposición y demás, que si no pueden aprovecharse convenientemente se convierten en materiales contaminantes y desde luego, toman importancia ambiental: Según la manera en que se dispongan, tendrán mayor o menor impacto en el medio ambiente, dependiendo de su grado de toxicidad y peligrosidad para éste.


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