El pez vampiro del río Orinoco.
El candiru (Vandellia cirrhosa) es un pez también denominado pez vampiro que vive en las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco. Este pez parásito de la familia Trichomycteridae es enormemente temido por la población ribereña, que le tiene más pavor que a las pirañas, el peligro que representa para los seres humanos es, a todas luces, exagerado, sin embargo el candiru es atraído por la sangre y la orina.
El candiru parásita otros peces más grandes que él, como el bagre, que es su presa favorita.
Su técnica consiste en agarrar a su víctima por las agallas, y desplegar unos ganchos/espinas específicos que usa para permanecer unido y se alimenta de su sangre y de su carne hasta que la víctima muera desahuciada, entonces lo suelta y se busca otra.
Cuando un ser humano orina dentro del río, este pez nada a contra corriente por su uréter y se aloja en su vejiga.
Su tamaño estándar es como un fósforo, pero se han visto unos con una longitud de hasta 25 cm. La forma de cono y su cuerpo casi transparente hace que sea muy difícil de ver y de desalojar.
Una vez adentro de la uretra y a pesar de todos los esfuerzos no se puede extraer, es demasiado resbaladizo y demasiado pequeño. En el examen físico*, el paciente está pálido y tiene fiebre, dolor intenso y sangrado en el pene, retención urinaria e hinchazón del escroto.
Cuando se practica una endoscopia bajo anestesia general aparece un pez feliz que ocupa todo el conducto uretral y que tiene obstruido el esfínter.
Los nativos de llano adentro utilizan los frutos inmaduros del árbol huito (Genipa americana), usado localmente para hacer tatuajes),y con una técnica utilizada solo por ellos para hacer un té rico en ácido cítrico (no me quisieron decir el secreto) hacen una infusión que disuelven las espinas de donde se agarra el pez en la vejiga y eso promueve la expulsión del parásito cuando se orina. Pilas con orinar en los ríos.
NICK ISRAEL
El candiru parásita otros peces más grandes que él, como el bagre, que es su presa favorita.
Su técnica consiste en agarrar a su víctima por las agallas, y desplegar unos ganchos/espinas específicos que usa para permanecer unido y se alimenta de su sangre y de su carne hasta que la víctima muera desahuciada, entonces lo suelta y se busca otra.
Cuando un ser humano orina dentro del río, este pez nada a contra corriente por su uréter y se aloja en su vejiga.
Su tamaño estándar es como un fósforo, pero se han visto unos con una longitud de hasta 25 cm. La forma de cono y su cuerpo casi transparente hace que sea muy difícil de ver y de desalojar.
Una vez adentro de la uretra y a pesar de todos los esfuerzos no se puede extraer, es demasiado resbaladizo y demasiado pequeño. En el examen físico*, el paciente está pálido y tiene fiebre, dolor intenso y sangrado en el pene, retención urinaria e hinchazón del escroto.
Cuando se practica una endoscopia bajo anestesia general aparece un pez feliz que ocupa todo el conducto uretral y que tiene obstruido el esfínter.
Los nativos de llano adentro utilizan los frutos inmaduros del árbol huito (Genipa americana), usado localmente para hacer tatuajes),y con una técnica utilizada solo por ellos para hacer un té rico en ácido cítrico (no me quisieron decir el secreto) hacen una infusión que disuelven las espinas de donde se agarra el pez en la vejiga y eso promueve la expulsión del parásito cuando se orina. Pilas con orinar en los ríos.
NICK ISRAEL
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