sábado, 22 de enero de 2011

UN FUTURO CON DISEÑO SUSTENTABLE.


Norman Foster, un arquitecto que imagina el futuro

Foster

Este hombre es considerado uno de los arquitectos más influyentes del planeta.

Sir Norman Foster habla de los retos del diseño sustentable y de los arquitectos convertidos en 'stars'.


En los últimos años, un nuevo concepto ha revolucionado la sociología de la arquitectura: lo que en inglés se llama el starchitect, una mezcla de architect (arquitecto) y star (estrella).
Profesionales del diseño tan mediáticos que el público los reconoce tal como lo harían con un personaje de Hollywood. Dentro de la categoría, nadie es más star que Sir Norman Foster.


Todo se sabe sobre él: cuando no está dando entrevistas, está presentando el documental que filmó sobre su vida junto con su esposa, Elena Ochoa. O corriendo carreras de ciclismo, pasión que le comenzó tras leer el libro de Lance Armstrong. Y todo esto mientras construye de manera prolífica. Nacido en un barrio obrero y devenido sir, a los 75 años Foster no parece dispuesto a parar.


¿Qué piensa de los arquitectos como celebridades?
Hay mucho atraso en reconocer la importancia de la arquitectura. Sin embargo, la idea de los arquitectos como celebridades es un invento de los medios. Como arquitectos, nos apasionamos y nos motiva lo que hacemos. Nuestro trabajo se alimenta de las necesidades de la gente y las ciudades, y no de la idea de prestigio por asociación.

Cuando se tiene fuerza global, ¿la idea de lo local significa algo? ¿Los diseños de Foster responden a la cultura, la historia, el sentido local?

Es esencial reconocer y fortalecer la cultura de un lugar, su historia, sus tradiciones e identidad únicas. Esto también se relaciona con la sustentabilidad. Al desarrollar nuevas maneras de diseñar edificios eficientes en el uso de la energía, hay valiosas lecciones para aprender de la tradición local.


La sustentabilidad implica la viabilidad global unida al atractivo local, lo que significa que mientras los objetivos fundamentales pueden ser los mismos para las ciudades de todo el mundo, las formas y los espacios se relacionan muy específicamente con la cultura y el clima del lugar. Quizá se trate de pensar globalmente y actuar localmente.

Se le ha criticado por construir a escala demasiado prodigiosa. Con tantos diseños en marcha, ¿cómo puede mantener la originalidad?

Con un equipo talentoso. Es importante incorporar un par de ojos nuevos a cada proyecto. El enfoque de Foster & Asociados es "volver a lo básico", cuestionar la respuesta tradicional e inventar o reinventar la solución.


Algunos de sus edificios, como el Gherkin, han sido saludados como un triunfo de la arquitectura como escultura.
Es un viejo adagio, pero la idea de que la forma sigue a la función aún tiene gran validez; la mejor arquitectura es resultado de una síntesis de todos los elementos que abarcan y forman el carácter de un edificio. Esto incluye, pero no se limita, a la estructura que lo sostiene, los servicios que le permiten funcionar, su ecología, la calidad de luz natural, el simbolismo de la forma, la relación del edificio con la línea del cielo o el paisaje de la calle, la manera en que uno lo atraviesa o lo rodea y su capacidad de elevar el espíritu.

Usted dijo que buscaba la democratización del lugar de trabajo, terminar con la cultura de obrero vs. empleado. ¿Cómo se orientó para la concreción de ese objetivo?

Si tomamos uno de nuestros primeros edificios, como la sede de Willis Faber & Dumas, puede verse que generó ideas que seguimos desarrollando. Estábamos preocupados por la calidad de vida y de luz, por introducir más alegría en el lugar de trabajo.


Encontramos esas ideas reexploradas en otros proyectos de lugares de trabajo, como la sede europea de Electronic Arts y el Centro de Tecnología McLaren, así como una familia de proyectos de edificios de oficinas, siendo lo más reciente la sede de Hearst en Nueva York. Allí, el hall de entrada, con su comedor de la compañía, está concebido a escala de la plaza central de un pueblo, un centro social para la comunidad Hearst.


También está la reinvención del aeropuerto.
Estoy orgulloso de que, con el modelo de Stansted, nuestra reinvención de la terminal de aeropuerto haya sido adoptada por planificadores de aeropuertos en todo el mundo. Con Stansted volvimos a las raíces del transporte aéreo.


No tiene nada de las rutas laberínticas o los cambios de nivel típicos de las terminales aeroportuarias de antes; y todos los servicios pesados que atestaban los techos se pusieron en sótanos, de modo que el techo pudiera convertirse en un dosel liviano que permitiese el paso de la luz diurna.


Así, pudimos desarrollar y refinar el modelo a través de los proyectos de Hong Kong y, ahora, el aeropuerto de Pekín, a escala épica.

Fuera de esto, ha buscado la conexión arquitectura-infraestructura...

Esta conexión de la arquitectura con la infraestructura es vital porque la única manera de lograr realmente un futuro sustentable es abordando simultáneamente la infraestructura que une el stock de edificios individuales. Diría que la infraestructura -si prefiere, el 'pegamento urbano': las conexiones, los puentes, las calles, los lugares públicos- es más importante que los edificios individuales, y lo digo como arquitecto con pasión por el diseño de edificios individuales.


Si me pregunta cuáles son algunos de los proyectos significativos que hemos hecho a lo largo de los años, incluiría nuestros proyectos de infraestructura, tal como la transformación de Trafalgar Square en área peatonal.


En términos del dominio cívico, no hay nada más importante que la infraestructura, que tiene un impacto poderoso de muchos modos. Por ejemplo, si se mira nuestro Puente del Milenio, en Londres, se encuentra que, en términos de la prosperidad que trae a sus comunidades locales, su valor excede en mucho al de la conexión misma.


¿Cuál es el reto de construir en partes nada glamorosas?
Estamos familiarizados con proyectos en partes nada glamorosas -o más bien desatendidas- de ciudades. De hecho, nuestro estudio en Londres transformó un sitio en la orilla sur del río
Támesis, entre un depósito de ómnibus y un arroyo contaminado.
Nuestro trabajo en Duisburg ayudó a la regeneración física y económica de un área muy deprimida, llamada Puerto Interior.


Esto creó un nuevo barrio en un sitio industrial, con espacios para el ocio y la cultura. El desafío es mantener y fortalecer el carácter de la zona, combinando remodelaciones selectivas con nuevas construcciones.


¿Hacia dónde va? ¿Cómo ve su legado?
Aún no tenemos una comprensión completa del impacto de los temas ambientales en la arquitectura en un sentido global, y espero que nuestro trabajo pueda aportar algunas referencias útiles para las generaciones futuras.


Las cuestiones ambientales afectan la arquitectura a todo nivel, pero los arquitectos no pueden resolver todos los problemas ambientales del mundo; esto requiere liderazgo político.


Sin embargo, podemos diseñar edificios para que funcionen con niveles de consumo de energía muy inferiores a los actuales, podemos influir en los patrones del transporte a través del planeamiento urbano y podemos actuar como defensores apasionados del diseño sustentable.


Además, nuestra profesión no ha abordado las necesidades de viviendas masivas a bajo costo. Me encantaría poder abordar esa cuestión. ¡Y les dejo el legado a los historiadores

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