jueves, 17 de marzo de 2011

ENERGIA Y CONSERVACIÒN DE LA MANO


Energía y conservación, de la mano

La Ley dicta pautas en reforestación y cuidado de fuentes de agua y las empresas lo traducen en inversión ecológica y social.
La riqueza natural de Colombia está representada en 56 zonas protegidas, identificadas por el Sistema de Parques Nacionales Naturales, equivalentes, aproximadamente, al 12% del total del territorio colombiano, con más de 12 millones de hectáreas, lo que entre otros patrimonios ecológicos, la ubica en el segundo como el país con mayor biodiversidad de la Tierra, entre más de 190 naciones, y el número uno en especies de flora y fauna por kilómetro cuadrado,
Por esto, procesos propios en la generación y transporte de energía exigen el diseño de programas que mitiguen y restituyan el impacto generado durante las actividades de construcción, adecuación e implementación de obras.
La Ley 99 de 1993 o Código Nacional de Recursos Naturales y, específicamente, las Licencias ambientales y los Planes de manejo ambiental indican cuánto dinero deben invertir las empresas, en acciones que reviertan la afectación que se ocasiona al utilizar la tierra o las fuentes hídricas en el desarrollo de su función industrial.
A partir de esto, las compañías del ámbito energético han creado sus propios departamentos y proyectos para la inversión y cumplimiento de la ley, pero van más allá, con propuestas de preservación a futuro.
Por la ‘compensación’
Para Luis Fernando Cadena, coordinador del programa de Compensación Forestal de los proyectos Upmes 2003 de ISA, el tema de la conservación de los ecosistemas es un pilar del modelo de gestión social y ambiental de la empresa, “no solo por cumplir la normatividad, sino por dejar un legado a lo largo del territorio nacional, donde instalamos nuestras torres de transmisión de energía. El programa busca resarcir al medio ambiente y a las comunidades, que se afectan a lo largo de las obras”, añade Cadena.
ISA viene desarrollando el Programa de Compensación Forestal (PCF), dentro del manejo de impactos ambientales que causó la construcción y operación de las líneas Upme 01 y 02 del 2003, entre Bogotá y Cartagena, con el que se logró intervenir más de 1’127.680 hectáreas de ecosistemas estratégicos regionales.
Un aspecto muy importante para la empresa, era cambiar el paradigma de compensar los impactos causados a la cobertura boscosa, con programas de reforestación, por lo cual ISA apoya los Planes Trienales de las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) en el cumplimiento de sus objetivos. Es así que se realizó una concertación con 10 corporaciones, en las zonas por donde pasan estas líneas de transmisión. El PCF actual, se hace presente con acciones de apoyo al Sistema de Áreas Protegidas; establecimiento de Plantaciones Forestales y Agroforestales; Programa de Educación Ambiental, Construcción y Adecuación de Obras para apoyar la gestión ambiental y social, Recuperación de humedales y otros cuerpos de agua y contribución al proceso de Ordenación del Territorio en nueve departamentos: Cundinamarca, Boyacá, Antioquia, Santander, Norte de Santander, Cesar, Magdalena, Atlántico y Bolívar.
Con este programa, que la compañía describe como integral y que se empezó a ejecutar en el 2008 –al terminar la construcción de las líneas– con un valor determinado por la licencia ambiental de 6 millones de dólares, unos 12.000 millones de pesos, se iniciaron acciones en seis modalidades. Una de ellas, el apoyo al sistema de áreas protegidas de alta biodiversidad, en la que se compraron predios que sirven para conservación de especies en vía de extinción y se protegen fuentes de agua.
“También están los proyectos de agroforestería en parcelas demostrativas, en zonas de colonización, cerca a reservas y parques naturales, afectadas por ciertas actividades tradicionales, como la minería no controlada. Entonces, allí implementamos programas sostenibles con la comunidad con cultivos de pancoger, cacao y especies nativas”, explica Cadena.
Finalmente, este trabajo, que se planeó desde el 2003, con los estudios ambientales de la obra, se ha ido implementando de la mano de las CAR, las alcaldías y la comunidad, buscando optimizar los recursos, protegiendo y compensando con mayor efectividad y más sostenibilidad”, puntualiza el coordinador del programa.
Ecológicamente comprometidos
Las empresas del Grupo Endesa en Colombia: Emgesa y Codensa, cuentan con programas de educación ambiental y desarrollo ecológico. En el caso de Codensa, se destaca su nueva factura hecha bajo un concepto ecológico, ya que el papel cuenta con el sello internacional del Forest Stewardship Council (FCD), que certifica que su procesamiento, transformación, fabricación y distribución se realizan de manera sostenible y controlada. Esta factura es más pequeña y significa un ahorro cercano a las 50 toneladas de papel por año, equivalentes a dejar de talar 1.350 árboles. Así mismo, de diciembre del 2010 a enero de este año, han sembrado 15.000 árboles en la ronda del río Bogotá, en Suesca (Cundinamarca), en un área de 15 hectáreas, con un costo cercano a los 127 millones de pesos.
Emgesa, a su vez, ha creado varios proyectos ambientales escolares, a partir de alianzas y/o convenios con ONG de las regiones, empoderando a las instituciones educativas, afianzando procesos y garantizando su continuidad.
EL AGUA, MATERIA PRIMA DE VIDA Y GENERACIÓN
Obviamente, el agua es la fuente primaria en la generación energética y por esto, Empresas Públicas de Medellín (EPM) enfila acciones para su protección en las fases de estudio, construcción y operación.
“Podríamos decir que son cinco los ejes estratégicos. Adelantamos procesos de control de erosión en las cuencas de nuestros embalses, invirtiendo cerca de 1.500 millones de pesos al año. En el 2010, logramos intervenir alrededor de 39 focos erosivos tratados y recuperados.
“Además, se recuperaron 6,21 hectáreas, solo en nuestros proyectos en Antioquia, centro de operaciones: Playas, Peñol-Guatapé, Porce II, Troneras y Río Grande, en sus respectivos embalses, con una zona de influencia de 28 municipios antioqueños”, dice Carlos Mario Méndez, subgerente Ambiental, de la Gerencia de Generación de Energía de EPM.
Así mismo, trabajan en la reforestación de las cuencas hidrográficas que nutren sus embalses y las zonas de protección regional. La empresa, en predios propios, produce al año, unos 2 millones de árboles de especies nativas y especies introducidas, para poblar terrenos de influencia, en suelos de buena calidad o degradados. Actualmente, cuenta con 42.000 hectáreas de bosque propio; 10.000, en áreas de embalse; 32.000, en zonas protegidas, y de ellas, 7.000 plantadas; el resto es protección.
“Un tema importante son las transferencias del sector eléctrico que resultan de la generación. La Ley 99, en su Artículo 45, dicta que las compañías deben pasar, a los municipios de las cuencas de los embalses y a las corporaciones correspondientes, el 6 por ciento de las ventas brutas, distribuido 3 por ciento para los municipios, un 1,5 a los embalses y el 1,5 restante para las cuencas hidrográficas, que también suma para la conservación de estos recursos.
“En el caso de EPM, se transfieren unos 42.000 millones anuales y por el sector eléctrico, es decir, por todas las empresas generadoras de energía, calculo de 120.000 a 150.000 millones al año", informa Méndez.
122 Nuevas hectáreas de reforestación entregó EPM en el 2010.
 ASTRID LÓPEZ ARIAS



HAY QUE RECICLAR, SEMBRAR ARBOLES Y PREOCUPARNOS POR CUIDAR EL PLANETA NO PODEMOS VIVIR COMO REYES HOY A EXPENSAS DE LAS FUTURAS GENERACIONES, LLEVAMOS LUSTROS PENSANDO SOLO EN NOSOTROS MISMOS ES TIEMPO DE PENSAR EN LOS HIJOS DE NUESTROS HIJOS Y EN LOS QUE VENDRÁN MAS ADELANTE, DEJAR AL LADO EL EGOÍSMO QUE NOS ESTA CONSUMIENDO...

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