Un recurso que reclama acciones significativas.
Según datos del Ideam, la demanda del agua en el país está representada en 54 por ciento para el uso agrícola, 29 por ciento para el doméstico, 13 por ciento para el industrial y 3 por ciento para el uso pecuario o ganadero. Para responder a esa demanda, Colombia cuenta con una geografía que puede suministrarle la cantidad que necesita, el problema está en la calidad del recurso, teniendo en cuenta la contaminación y la deforestación. Para Germán Poveda, catedrático de la Escuela de Geociencias y Medio Ambiente, de la UN en Medellín, el importante papel que juega la vegetación está presente en la ’lluvia reciclada’; es decir, aquella que tiene origen en el agua que la vegetación evapora y transpira, la cual contribuye entre el 35 y el 50 por ciento de la lluvia. Por otro lado, Colombia cuenta con siete nevados, como la Sierra Nevada de Santa Marta, el parque de los Nevados; los del Ruiz, Tolima y Santa Isabel y, además, el nevado del Huila. Adicionalmente, el país tiene 18 páramos; entre ellos están los de Pisba, en Boyacá; Chingaza, en Cundinamarca; los Farallones, y Sumapaz. Todos estos accidentes geográficos son estratégicos para el mantenimiento de la vida humana, animal y vegetal. Sin embargo, (…) los páramos están alojando cultivos de papa y ganado; las laderas de las montañas se están deforestando y todo el barro y piedras está siendo arrastrado por los ríos; luego, llegan a las profundidades de estos y provocan los desbordamientos. Al mismo tiempo, los cauces naturales de esas fuentes hídricas están siendo desviados a propósito. En general, seña la Germán Poveda, "las graves consecuencias que sufre el agua que se produce en el país tiene que ver con la deforestación que tiende a disminuir los caudales medios, pero a aumentar los caudales extremos por las crecidas y las sequías”.
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