sábado, 26 de febrero de 2011


Las vacunas pueden salvar la vida de su mascota


Vacunas perros



Algunos collares de perros contienen una placa con información de sus vacunas

Las vacunas permiten que el organismo de los animales se defienda de las enfermedades.

Querer a un perro no es solo darle caricias y pasearlo, hay acciones concretas, como la aplicación del esquema completo de vacunas, que se traducen en su bienestar. 
"Lo ideal es que cuando el propietario adquiere un perro, se cerciore de dónde proviene, puesto que la inmunidad de los cachorros contra ciertas enfermedades procede de la madre, por vía placentaria (durante la gestación) y a través de la leche (en los primeros días)", asegura el veterinario Luis Carlos Díaz. 
Por eso, es preferible, en la medida de lo posible, comprar el cachorro en criaderos o en lugares certificados que aseguren que la mamá ha sido vacunada y desparasitada desde antes de la monta.
El esquema
Justo desde el momento en que el cachorro es destetado (ideal que sea a los 2 meses) se debe iniciar la vacunación, pues al dejar de alimentarse con la leche materna, empieza a caer la inmunidad. 
El veterinario Sergio Gómez sostiene que a aquellos perros que van a vivir en tierra fría, se les debe aplicar la vacuna contra la tos de perrera, a los 15 días de nacidos, en perros de razas grandes o al mes en los de razas pequeñas. 
El día que el perro deja de estar en contacto con la mamá, tiene que recibir la vacuna contra la parvo coronavirus y a los 8 días suministrarle la triple, que protege de moquillo, hepatitis y leptospira.
Al mes se debe revacunar con la vacuna que brinda inmunidad contra moquillo, hepatitis, leptospira, parvovirosis y coronavirus. 
Luego, a los 4 meses se aplica la de la rabia, con la que se completa el esquema; sin embargo, cada año y con mucha rigurosidad, se debe aplicar la que protege contra moquillo, hepatitis, leptospira, parvovirosis, rabia y coronavirus. 
Este proceso solo lo puede realizar el veterinario tratante, pues hay que asegurarse de que el perro esté en perfectas condiciones de salud. De no ser así, no se deben aplicar las vacunas, porque el sistema inmune no está apto para recibirlas y puede haber complicación.

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