La estrella de un pueblo
La comunidad judía conmemora a partir de este miércoles el "Rosh Hashaná" o Año Nuevo, el 5772 desde la creación del mundo.
Con cenas familiares y servicios en la sinagoga, los hebreos dan la bienvenida a un nuevo año que contabiliza simbólicamente el comienzo de la humanidad. El Rosh Hashaná rememora la creación del universo y la creación del primer hombre y la primera mujer.
El saludo tradicional es "shaná tová", que en hebreo significa "feliz año". Esta fecha tiene como objetivo la revisión de los hábitos cotidianos y el cambio de todo lo que sea necesario.
Es costumbre, durante esta celebración, comer distintos alimentos como símbolos de deseos para el año entrante. Por ejemplo, se come manzanas con miel o azúcar para simbolizar un año dulce.
También es común que se haga sonar el shofár durante la plegaria matutina. El sonido de este cuerno, casi siempre de carnero, llama a los judíos a la meditación, al autoanálisis y al arrepentimiento. Es un día de arrepentimiento e introspección, de balance de los actos y de las acciones realizadas, de plegaria y sensibilidad especiales.
Durante la tarde del primer día se realiza el tashlij, el simbólico desecho de los pecados yendo a un río o caudal de agua y recitando allí una oración.
Rosh Hashaná (Comienzo del Año), junto con Yom Kippur (Día del Perdón), forman en la tradición judía una unidad llamada Días Temibles, por ser el momento en que Dios juzga al mundo y decreta lo que sucederá en el transcurso del nuevo año.
El 1º de tishrei es considerado no sólo como el primer día del año, sino también su "cabeza". Así como la cabeza comanda al resto del cuerpo, del mismo modo en este día se predestinan todos los hechos que ocurrirán durante el año.
C1/D.R.
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