El cambio climático llegó para quedarse
Foto: Rodolfo González / EL TIEMPO
Aumentaron las lluvias, heladas y cambiaron los métodos y rítmos de cultivo.
En el último siglo la temperatura del planeta ha subido 0,5 grados centígrados.
Aunque esta cifra parece irrisoria, sus consecuencias se sienten a diario en inundaciones, sequías y drásticos cambios en el clima en todo el planeta.
Aunque esta cifra parece irrisoria, sus consecuencias se sienten a diario en inundaciones, sequías y drásticos cambios en el clima en todo el planeta.
En Boyacá, el cambio climático ha causado trastornos en la duración y periodicidad de las lluvias, aumento de los caudales de ríos, quebradas y lagunas y la desaparición de algunas especies de flora y fauna.
Lo más trágico de todos esos efectos, es que no se pueden revertir, así que solo queda acostumbrarse.
Juan Carlos Amézquita, profesor de Escuela de Ciencias Naturales y Ambientales de la Uptc, señala que el desorden en el clima ha modificado también los tiempos de cultivo.
"En algunas zonas, como el Valle de Tenza, las temporadas de lluvia se han hecho más cortas, mientras que en otras como en el piedemonte llanero o municipios como San Luis de Gaceno, Santa María, Ramiriquí e incluso Tunja se alargaron, y el incremento de los caudales de pequeñas quebradas que normalmente eran sitios amigables para los pueblos, ahora son un peligro potencial", dice.
"En algunas zonas, como el Valle de Tenza, las temporadas de lluvia se han hecho más cortas, mientras que en otras como en el piedemonte llanero o municipios como San Luis de Gaceno, Santa María, Ramiriquí e incluso Tunja se alargaron, y el incremento de los caudales de pequeñas quebradas que normalmente eran sitios amigables para los pueblos, ahora son un peligro potencial", dice.
"Las inundaciones han arrasado con miles de hectáreas de frutas y hortalizas, cebolla en Saboyá o entre Tibasosa y Nobsa. La papa también ha sufrido por el incremento en las heladas y zonas de pastoreo que se convirtieron en inundaciones, como la Laguna de Fúquene. Para todo esto nuestros campesinos no estaban preparados. Igual solo queda adaptarse, porque el clima no se puede revertir", sentenció.
'No se puede revertir'
El Nevado del Cocuy es uno de los emblemas del paisaje boyacense, pero también una sus mayores preocupaciones.
"El deshielo del nevado si es algo marcado", indica el profesor Amézquita.
Esta masa de hielo ha sido objeto de observación a través de la historia. Hacia 1850 la nieve bajaba hasta la cota de los 4.500 metros. En la actualidad solo llega hasta los cinco mil debido al retroceso.
Esta masa de hielo ha sido objeto de observación a través de la historia. Hacia 1850 la nieve bajaba hasta la cota de los 4.500 metros. En la actualidad solo llega hasta los cinco mil debido al retroceso.
Hay registros que señalan que hacia 1900 el retroceso glaciar era de un metro por año, pero para el 2012 llegó a 18 metros por año. En el 2050 ya no habrá nevado, según algunos.
"La temperatura pasó de 10.5 °C a 11 °C y esto cambió todo el microclima de la zona por completo. Ya no se puede revertir, no podemos volver a congelar el Nevado, ni hacer que las especies que se fueron vuelvan", comenta el docente.
REDACCIÓN BOYACÁ 7 DÍAS.
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