jueves, 8 de diciembre de 2011


El tapón sintético emite 10 veces más CO2 que el de corcho natural
La OIV presenta un informe medio ambiental en defensa del corcho natural, menos contaminante que el sintético y el de aluminio


Fábrica de tapones de corcho en Portugal

Tapones de Corcho

El corcho es un material poroso e impermeable que se extrae de la corteza de la encina corchera, o alcornoque, una especie originaria del Mediterráneo occidental. El principal productor mundial de corcho es Portugal. España es la segunda potencia productora, con su industria concentrada en las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Cataluña y Valencia. Sólo en la comunidad catalana se produce el 15% de los tapones de corcho de todo el mundo.

La Oficina Internacional de la Viña y del Vino (OIV) ha presentado recientemente unas nuevas normas ambientales para el sector vitivinícola, a través de un protocolo universal, sobre principios generales de efecto invernadero para el sector vitivinícola.

El protocolo consta de dos partes, una sobre producto y otra sobre la empresa, que, por un lado, permite a las compañías evaluar sus emisiones de carbono y, por otro, proporciona una guía para el análisis del ciclo de vida del producto, en el que el corcho tiene un papel importante.

La OIV estima que los tapones de corcho "representan una especificidad del sector vitivinícola y su uso tiene un impacto importante en la conservación sostenible de los bosques".

Por otra parte, reconoce que "en la contabilidad de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con los tapones de corcho natural, el sistema de producción debe ser considerada de manera integral, lo que significa que se debe contar no sólo el carbono retenido por el producto (corcho), sino también el papel de los bosques de alcornocal.

Según un estudio publicado por el Instituto de Agronomía (ISA) de Lisboa el corcho puede generar cerca de 6 toneladas de CO2 por hectárea y año, lo que corresponde en el caso de Portugal a más de 4 millones de toneladas de CO2 al año.

Por tanto, es posible concluir que los bosques de alcornoques del Mediterráneo (2,2 millones de hectáreas) permiten la retención de casi 14 millones de toneladas de CO2 al año.

Joaquim Lima, director de Apcor (Asociación Portuguesa del Corcho), afirma que "la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental están en la agenda de la OIV y el corcho es la única opción de taponado del vino para los productores, distribuidores y minoristas que desean reducir al mínimo la huella de carbono y adoptar las mejores prácticas en relación con el desempeño ambiental".

En este sentido, un estudio sobre el ciclo de vida del producto realizado por PricewaterhouseCoopers y Ecobilan revela que cada cierre de plástico emite 10 veces más CO2 que el de corcho y el de aluminio hasta 24 veces más.

Vino Gallego

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