NUESTRO PLANETA ES QUIZÁS EL MÁS HERMOSO DEL UNIVERSO TENEMOS QUE CUIDARLO...
domingo, 24 de abril de 2011
QUE EXISTE Y QUE NO...
Y EXISTE LA OSCURIDAD? continuo el estudiante, el Profesor respondió EXISTE por supuesto........ Tampoco existe, en realidad es la ausencia de luz "LA LUZ la podemos estudiar, la oscuridad no" A través del prisma de Nichols se puede descomponer la luz blanca de sus varios colores, con sus diferentes longitudes de ondas. .. LA OSCURIDAD NO.... Como se puede saber que lo oscuro esta en un espacio determinado? con base a la cantidad de luz presente en ese espacio.. La oscuridad es una definición utilizada por el hombre para describir que ocurre cuando hay ausencia de luz...
LA ORACIÓN...
LA PASCUA DE RESURRECCIÓN...
Los primeros cristianos —que eran judíos— celebraban la Pascua de Resurrección a la par cronológica que la Pascua judía. Pero desde el Concilio de Nicea los cristianos separaron la celebración de la Pascua judía de la cristiana, quitándole los elementos hebreos. Pero dejaron el carácter móvil de la fiesta recordando que Cristo resucitó en la Pascua hebrea. Hoy día la Iglesia Católica mantiene el carácter móvil de la fecha de Pascua, pero trata de no hacerla coincidir con el Pésaj judío.
Esta fiesta determina el calendario móvil de otras fiestas: así la Ascensión (el ascenso de Jesús al cielo) se celebra 40 días después y Pentecostés 10 días después de la Ascensión. La semana anterior a la Pascua de Resurrección es la Semana Santa, que comienza con el Domingo de Ramos (que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén). La Octava de Pascua (popularmente conocida como "semana de Pascua" es la semana que sucede a este Domingo de Pascua (o Domingo de Resurrección). El tiempo pascual o tiempo de Pascua designa, en la liturgia católica, las semanas que van desde el Domingo de Resurección hasta el de Pentecostés.
A veces, el nombre Pascua se ha extendido a otras celebraciones cristianas, como Navidad (el nacimiento de Jesús) o Pentecostés (la venida del Espíritu Santo). El término Pascua se aplica coloquialmente a la Navidad, mientras que a la Pascua se le llama "Pascua de Resurrección".
FE se llama, solo dos letras que mueven montañas. Es cierto que no es posible amar lo que no se conoce, por lo que se debe conocer lo que es y en lo que se cree, LA FE SIN OBRAS ES MUERTA EN SI MISMA... SANTIAGO 2:14-26
Y al tercer día...resucitó
PARADOJICAMENTE SU MUERTE EN LA CRUZ LOGRÓ
QUE VIVIERA ETERNAMENTE EN LOS CORAZONES DE
QUIENES LO ADORAMOS ...
“Si Cristo no hubiese "resucitado" (sigue vivo en nuestros corazones). vana sería nuestra fe, inútil nuestra esperanza”, escribía Pablo de Tarso a los primeros cristianos que experimentaban el desaliento y la duda. Se cumplen así las palabras del Maestro. Es la Pascua, el paso que rememora la gesta del éxodo hacia la Tierra Prometida. Esta fiesta es el centro en torno al cual gira la fe de los seguidores de Jesús.
Culmina este día el proceso anual de preparación, cuaresma, cuarenta días, para la gran festividad en la que el Maestro mostró a sus discípulos las heridas en manos, pies y costado en gloria. “Así también son las heridas del espíritu, las heridas del alma y así es el pecado que nos va afectando hasta debilitarnos”, Pero “vamos camino a la sanación”.
En COLOMBIA necesitamos, urgentemente, el mensaje de la resurrección para recobrar la esperanza, aumentar la solidaridad con nuestros hermanos caídos en desgracia y consolidar el compromiso colectivo de una nación que quiere la paz, la justicia y la libertad.
viernes, 22 de abril de 2011
EL ÚNICO AMOR VERDADERO...
EL SERMÓN DE LAS SIETE PALABRAS...
En la tradición católica de Semana Santa, clérigos se referirán a la solidaridad entre colombianos.
En este contexto, hace un llamado a las instituciones del Estado, especialmente al Congreso, para que se desarrolle con eficacia una política pública que permita a las víctimas del conflicto armado recuperar la dignidad rapada por la guerra. "La reparación de las víctimas y la restitución de tierras son solo el primer paso de un largo camino que debe tener como horizonte la plena reconciliación de los corazones", añade Salazar al insistir en que solo podremos estar en el Paraíso -recordando la segunda palabra de Jesús- cuando se acaben la guerra y la corrupción. "Me dirijo también a los victimarios, a los violentos, a los líderes de los grupos armados y de las nuevas bandas criminales, para hacerles un apremiante llamado a la conversión y al más profundo arrepentimiento por el dolor causado a tantos compatriotas".
Por último, hace un llamado para que las ayudas destinadas para los damnificados se entreguen con total transparencia y, sobre todo, para que los recursos públicos se inviertan como debe ser. "Robarse el dinero de los pobres es un pecado, y será una podredumbre para el que se los robe", concluye.
"Los humanos son rebeldes, no son fieles a Dios. Se debe agradar plenamente al Padre con nuestra vida, con todas las obras. La grandeza y la felicidad del hombre están en someterse a Dios", reflexiona este obispo. Según él, Dios está representado en los más necesitados: los desplazados por la violencia, los damnificados por el invierno, los secuestrados y los extorsionados; también, en los jóvenes que no tienen acceso al trabajo ni al estudio.
"Ningún hombre debe desesperar, debe guardar la calma y confiar en Dios porque Cristo nos ha unido en la cruz. Debe haber comprensión y solidaridad con el desvalido, porque Dios está en ellos", dice.
GRACIAS MONSEÑOR RUBÈN SALAZAR POR TANTA VERDAD Y TAN OPORTUNA, POR TRATAR DE TOCAR EL CORAZÓN DE TODOS LOS CREYENTES CON SUS SABIAS PALABRAS
En la tradición católica de Semana Santa, clérigos se referirán a la solidaridad entre colombianos.
En este contexto, hace un llamado a las instituciones del Estado, especialmente al Congreso, para que se desarrolle con eficacia una política pública que permita a las víctimas del conflicto armado recuperar la dignidad rapada por la guerra. "La reparación de las víctimas y la restitución de tierras son solo el primer paso de un largo camino que debe tener como horizonte la plena reconciliación de los corazones", añade Salazar al insistir en que solo podremos estar en el Paraíso -recordando la segunda palabra de Jesús- cuando se acaben la guerra y la corrupción. "Me dirijo también a los victimarios, a los violentos, a los líderes de los grupos armados y de las nuevas bandas criminales, para hacerles un apremiante llamado a la conversión y al más profundo arrepentimiento por el dolor causado a tantos compatriotas".
Por último, hace un llamado para que las ayudas destinadas para los damnificados se entreguen con total transparencia y, sobre todo, para que los recursos públicos se inviertan como debe ser. "Robarse el dinero de los pobres es un pecado, y será una podredumbre para el que se los robe", concluye.
"Los humanos son rebeldes, no son fieles a Dios. Se debe agradar plenamente al Padre con nuestra vida, con todas las obras. La grandeza y la felicidad del hombre están en someterse a Dios", reflexiona este obispo. Según él, Dios está representado en los más necesitados: los desplazados por la violencia, los damnificados por el invierno, los secuestrados y los extorsionados; también, en los jóvenes que no tienen acceso al trabajo ni al estudio.
"Ningún hombre debe desesperar, debe guardar la calma y confiar en Dios porque Cristo nos ha unido en la cruz. Debe haber comprensión y solidaridad con el desvalido, porque Dios está en ellos", dice.
GRACIAS MONSEÑOR RUBÈN SALAZAR POR TANTA VERDAD Y TAN OPORTUNA, POR TRATAR DE TOCAR EL CORAZÓN DE TODOS LOS CREYENTES CON SUS SABIAS PALABRAS
EL SERMÓN DE LAS SIETE PALABRAS...
Clamor por víctimas de la violencia en Sermón de las Siete Palabras
En la tradición católica de Semana Santa, clérigos se referirán a la solidaridad entre colombianos.
En este contexto, hace un llamado a las instituciones del Estado, especialmente al Congreso, para que se desarrolle con eficacia una política pública que permita a las víctimas del conflicto armado recuperar la dignidad rapada por la guerra. "La reparación de las víctimas y la restitución de tierras son solo el primer paso de un largo camino que debe tener como horizonte la plena reconciliación de los corazones", añade Salazar al insistir en que solo podremos estar en el Paraíso -recordando la segunda palabra de Jesús- cuando se acaben la guerra y la corrupción. "Me dirijo también a los victimarios, a los violentos, a los líderes de los grupos armados y de las nuevas bandas criminales, para hacerles un apremiante llamado a la conversión y al más profundo arrepentimiento por el dolor causado a tantos compatriotas".
Por último, hace un llamado para que las ayudas destinadas para los damnificados se entreguen con total transparencia y, sobre todo, para que los recursos públicos se inviertan como debe ser. "Robarse el dinero de los pobres es un pecado, y será una podredumbre para el que se los robe", concluye.
"Los humanos son rebeldes, no son fieles a Dios. Se debe agradar plenamente al Padre con nuestra vida, con todas las obras. La grandeza y la felicidad del hombre están en someterse a Dios", reflexiona este obispo. Según él, Dios está representado en los más necesitados: los desplazados por la violencia, los damnificados por el invierno, los secuestrados y los extorsionados; también, en los jóvenes que no tienen acceso al trabajo ni al estudio.
"Ningún hombre debe desesperar, debe guardar la calma y confiar en Dios porque Cristo nos ha unido en la cruz. Debe haber comprensión y solidaridad con el desvalido, porque Dios está en ellos", dice.
GRACIAS MONSEÑOR RUBÈN SALAZAR POR TANTA VERDAD Y TAN OPORTUNA, POR TRATAR DE TOCAR EL CORAZÓN DE TODOS LOS CREYENTES CON SUS SABIAS PALABRAS